La memoria acústica es muy poderosa, recrea recuerdos, sensaciones, emociones e incluso activa el gusto y el olfato. En este momento funciona como un catalizador: atrae el pasado, lo hace presente y lo perdura en el futuro.
El link siguiente conjunta personas, idiomas, convivencias y grandes detalles.
http://www.youtube.com/watch?v=lJ2ugJATMak
17 mayo, 2010
16 mayo, 2010
Vuelta revuelta
Regresó al otro lado, al lado donde dejé lo antiguo y viajé al lado antiguo del mundo para descubrir lo nuevo. Lo nuevo: personas, comidas, actitudes, aromas, sabores, sensaciones, lugares, colores...
Poco a poco se va tomando velocidad, y al fin las ruedas negras se despegan del suelo, y es entonces cuando las lágrimas bajan, cuando se escuchan consuelos de que habrá un retorno.
Al llegar al destino, se siente un ambiente cerrado, húmedo, caluroso, en el que el fresco es necesario para la recién regresada. Comienza a ver la publicidad de su país natal, y en vez de sentir alivio o felicidad del regreso, sus ojos quieren nuevamente escapar, quieren creer que siguen del otro lado.
Pero a cada paso que da ahora, se reafirma que está de nuevo en la mitad de la cual había estado alejada: burocracia, un desorden con orden, la lengua, el trato, las luces, los colores.
Vuelve la sensación de asfixia y el respiro lo da las fotos, aquellas en las que no se identifica la imagen y el ente que las ve, como una especie de Alina que ha dejado una parte en Buda y otra en Pest.
Ahora está en la ciudad que trata de dejar atrás, pero a la cual pareciera que varias cosas la hacen regresar con o sin intención, y en la que se pregunta o se da cuenta de su felicidad y el lugar en donde se siente así.
Poco a poco se va tomando velocidad, y al fin las ruedas negras se despegan del suelo, y es entonces cuando las lágrimas bajan, cuando se escuchan consuelos de que habrá un retorno.
Al llegar al destino, se siente un ambiente cerrado, húmedo, caluroso, en el que el fresco es necesario para la recién regresada. Comienza a ver la publicidad de su país natal, y en vez de sentir alivio o felicidad del regreso, sus ojos quieren nuevamente escapar, quieren creer que siguen del otro lado.
Pero a cada paso que da ahora, se reafirma que está de nuevo en la mitad de la cual había estado alejada: burocracia, un desorden con orden, la lengua, el trato, las luces, los colores.
Vuelve la sensación de asfixia y el respiro lo da las fotos, aquellas en las que no se identifica la imagen y el ente que las ve, como una especie de Alina que ha dejado una parte en Buda y otra en Pest.
Ahora está en la ciudad que trata de dejar atrás, pero a la cual pareciera que varias cosas la hacen regresar con o sin intención, y en la que se pregunta o se da cuenta de su felicidad y el lugar en donde se siente así.
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