20 septiembre, 2010

Aquél despertar en París

Hoy he recordado un despertar de muchos en aquella ciudad. Sin darme cuenta, alguien me despertó otro recuerdo que por coindicencia, marca el inicio del cambio.

Hace un año despertaba en París: después de un viaje de 14 horas, una buena fiesta abordo del avión, una caminata por el CDG con maletas de 35 kg o más en total; una travesía en el RER atravesando de extremo a extremo la ciudad con esas dos piedras (cuales Pípilas recién llegadas de México).

Ese despertar fue en Casa México, en un cuarto que me mostraba parte de la experiencia de vivir sola en ese país. Recuerdo los baños blancos compartidos, la mañana media nublada y la vista por la ventana hacia edificios que hasta ese momento, sólo había visto en películas.

Esa mañana caminamos por París y de repente se me hacía familiar, algo semejante al DF, lo que me hizo pensar que en algún restaurante encontraría chilaquiles verdes para el desayuno. A cambio, en una tiendita compramos el desayuno consistente en fruta y jugo.

Recuerdo ese primer encuentro con un liceo francés y pensar que tendría alumnos como los que veía en la calle. También recuerdo mi primer encuentro con el Sena y de fondo el Louvre.

Pero el despertar que primero vino a mi mente antes de que mi amiga me recordara mi primera mañana en París, fue aquél con mis amigos, con quienes una noche anterior había cenado comida china y una gran cerveza. Para ese desayuno en esa mañana fría y ventosa de abril, fuimos por unos croissants recién horneados, acompañados de un Bloodie Marie, unas salchichas con cebolla y huevo, amenizado por un comediante francófono.

También recuerdo las mañanas de vacaciones de invierno, donde en un departamento de 2x3 en un 5to piso cabían 4.

Otro despertar presente es ese de octubre después de una noche du vin rouge, de la bière et du calvados, cuando dos caballeros prefirieron un lecho plano y duro para dejar la suavidad a la petite mexicaine.

Ahora vienen a mí estas imágenes pero con un sentimiento de felicidad y satisfacción, y como una inspiración para continuar.