28 agosto, 2009

Un rêve très proche

¿Mis sentimientos a flor de piel?

Es algo difícil, aunque a veces no pareciera, pero lo es.

¿Qué fue esa semana para mí? Fue ser yo misma entre gente -salvo una persona- que por primera vez trataba. Fue desvelarme, disfrutar de las terrazas, de aquellas cosas furtivas significativas que sucedieron -esas que estremecen-, fue reconocerme en gustos, proyectos de vida y actitudes, con gente que está esparcida por el país.

También fue ver que no ando perdida en conocimientos y que puedo sobrevivir, sólo falta pulir el ser una preguntona, jaja.

¿Qué otras emociones? Efectivamente amor, efectivamente amistad... pero no todo fue dulce: hubo enojos, un pequeño desencanto, pero esto para nada desvirtuó todas las cosas que me pasaron y que viví.

Me sentí amiga, me sentí querida y apreciada, me sentí una líder en determinado momento, me sentí parte de.

A la vez, sentí la responsabilidad primero conmigo misma de mantenerme bien, después hacia los demás pues se suponía, yo conocía mejor la ciudad.

Volví a la semana siguiente y sentí ese vacío en el hostal, esa sensación de que parte de nosotros se quedó ahí, y que está impregnada ya en nuestro ser. Ese tiempo preciado ya no volverá, se vivió una vez y se disfrutó. En verdad, el ambiente lo hace uno. Y doy por bien vivido lo que viví con ellos.

Estoy a 24 días de partir y el tiempo pasa veloz. Estoy contenta pues ya siento que algo o alguien me espera ahí (por lo menos ya tengo un techo donde vivir estos 7 meses), estoy contenta porque este rêve está ya por cumplirse, y porque sé que nos tendremos por lo menos en messenger los unos a los otros para apoyarnos.

Aquí estará mi familia y me acompañará de una manera distinta en Francia, aquí estarán mis amigos que me dejan y me dieron algo para que estuvieran conmigo. Los extrañaré sin duda, mas yo sé que estas personas a las que adoro estarán conmigo.

25 agosto, 2009

El siguiente pendiente llamado visa

Y ya casi con las dos patas del otro lado del mar, me encuentro en estos momentos.

El último pendiente antes de sentirse aliviado, es el tener la visa en las manos. Dado que cambiaron el sistema en el que nos las entregarían, más se hizo presente la incertidumbre pues no nos aseguraban el tiempo en que la visa se tardaría.

Inmediatamente concluida la semana del seminario, se programó mi cita pues era un tiempo razonable considerar que había un lapso de un mes para que este trámite estuviera listo.

Afortunadamente y gracias al programa en el que se está inscrito, no tardó mucho este proceso, tan sólo una semana. Así en pocos días estuve de vuelta en el consulado, recibiendo mi preciada visa y sintiéndome con las dos patas del otro lado del mundo.

Ya es muy poco el tiempo que queda para partir, los nervios aparecen y se van, la pesada maleta debe adelgazar y las vivencias y emociones (de todo tipo e índole) no dejan de suceder.

El papeleo que se tiene qué hacer aquí está terminado, ahora lo que viene.

16 agosto, 2009

Una semana memorable

Continúa la experiencia rumbo a Francia. Ahora llegó el momento del tan esperado seminario. Esperado pues representaba un punto de encuentro para reconocer y conocer a aquellos contactos hechos por messenger, y para conocer a un montón de gente nueva que se encuentra en el mismo barco que tú.

Por el lado más formal, la SEP prepara una serie de conferencias sobre enseñanza de lenguas, lenguas indígenas, muralismo, economía e historia de México, y charlas con ex-asistentes del año anterior. Algunas conferencias son realmente excelentes y se nota el dominio del conferencista, otras pues dejan que desear. Pero a decir verdad, es un buen detalle el prepararnos culturalmente para nuestra labor como embajadores de México.

Por el lado un tanto informal o social, resulta una semana increíble de la cual quisieras una segunda parte. Se conoce gente de otros estados de la República, te identificas con varios de ellos y llegas incluso a formar un grupo...es genial.

Así, en la semana se puede vivir una especie de entrenamiento Pre-Francia:

1) Un concierto en el Ángel de la Independencia con caminata incluída de 40 min, con tres tacos grasosos en el estómago, combinado con lluvia, frío y hambre a las 11 pm.
2) Una caminata nocturna en pleno aguacero, saltando charchos, maniobrando un paraguas para no sacar el ojo de algún otro transeúnte, para llegar finalmente a los Churros del Moro.
3) Una expedición a Coyoacán acompañada de lluvia a cántaros, olas nauseabundas, y "andalias" perdidas.
4) Una buena noche en la "Pata Negra", no sin antes una peregrinación de 20 personas perdidas en la Condesa y caminando sin sentido.
5) Una estancia en la Alameda con una historia.
6) Despedida de la semana en una tortería en la que se la curaban los compañeros, búsqueda de unos tacos que no encontramos, Brindis en la Terraza del Hotel de la Ciudad de México y en la terraza del hostal.
7) Desayuno decente en días en los Bisquets Bisquets, seguido por un recorrido memorable a Teotihuacan.

Y un plus diario, la convivencia en la Terraza del hostal, inolvidables y adictivas.

Libertad, responsabilidad, diversión, adrenalina, todo incluido en esta semana que no olvidaremos, y yo especialmente, recordaré.